Me duele la espalda de tanto leer jorobada
El reporte de esta semana es corto porque no hay tiempo y porque incluso revisar lo que escribo me fatiga. Espero comprendan.
Según un artículo que ronda por ahí, China pretende mejorar el nivel de sus estudiantes universitarios con una serie de medidas que incluyen asignar a los estudiantes un volumen de lecturas de maestría o, de ser posible, de doctorado en las clases de pregrado. Según el ideal, a un estudiante chino le quedará menos duro obtener uno, dos o tres títulos de doctorado porque el volumen de trabajo ha sido más o menos el mismo mientras estudiaba para sus títulos anteriores.
Aunque el centro en el que estudio no depende directamente del gobierno del país, mis profesores chinos sí que tienen otros estándares. Para colmo, el único profesor occidental con el que tengo clase es también el Director Académico y tiene todo su empeño enfocado en demostrar que un semestre de intercambio en China no es un paseo auspiciado por la academia. Así las cosas el queridísimo nos dejó para leer más de 200 páginas para leer en solo una semana.
A propósito, si tienen tiempo y curiosidad, les recomiendo «The civil servant’s notebook», de Wang Xiaofang. Solo cuesta 8 dólares en la tienda de Kindle y da un panorama del funcionamiento de las instituciones chinas (con disparates equiparables a los de algunas instituciones en Colombia). Lo más chévere del recomendado es que se lee por puro chisme porque el libro es el diario de un empleado público.
Tengo por ahí una entrada en el blog de notas que será mi próxima publicación y cuenta con más calma cómo comienzo una vida cotidiana en Beijing. Si cuento con suerte y termino pronto las cuarenta y cuatro páginas de «Understanding China’s Political System» y la primera parte de «The Shorter Columbia Anthology of Traditional Chinese Literature», publico este jueves. Si no, pues no.
Cariños desde la China,
Laura
Beijing, 10 de Septiembre de 2013
laurarojasaponte@gmail.com