Estoy en Nueva York aprendiendo de podcast, así fue como todo pasó
Queridos amigos, conocidos, seguidores de Instagram, gente a la que le importo: estoy en Estados Unidos. La historia corta es que me gané una pequeña beca para trabajar unas semanas en Nueva York. La historia larga (aunque no tanto) es lo que les voy a contar aquí. Siendo «aquí» la primera entrada de un blog que trata sobre este viaje.
El año pasado, mientras la mayoría de gente en Bogotá celebraba el día de las velitas, yo revisaba un documento de Google Drive en un computador prestado. En ese punto, había escrito al menos diez cartas de postulación a trabajos, becas, intercambios y premios. Todo durante el 2016.
Mi familia me esperaba para comer, algunos amigos ya estaban en el Park Way prendiendo velas y yo seguía en el computador, leyendo las preguntas de la beca y puliendo las respuestas: Describa su organización. ¿Cuáles son sus responsabilidades? ¿Tiene experiencias en el extranjero?
Me postulé con Ciudad de Datos, un podcast que inicié hace dos años y que no ha salido de la etapa de prototipo. Este programa explica cómo la tecnología cambia a nuestra sociedad, usando historias de personas reales como ejemplo. La idea es que se puede aprender de temas más bien técnicos por medio del entretenimiento haciendo las actividades más mundanas; cosas como lavar la loza, llegar al trabajo o sacar al perro (porque usualmente así se escuchan los podcast). En mi opinión, Ciudad de Datos tiene mucho potencial, pero necesita de mentorías y dinero.
Al parecer, quienes leyeron mi postulación estuvieron de acuerdo porque después del día de velitas recibí el primero de muchos correos electrónicos, ¡estaba entre los finalistas! Ese mismo mensaje anunciaba una entrevista por Skype, que resultó ser super divertida. Una semana después, al final de enero de este año, llegó un segundo email anunciando que había sido aceptada… Después de escribir tantas postulaciones y de leer decenas de correos genéricos diciendo NO, por fin algo salía bien.
Para ser precisos, la beca en la que participo es más bien un intercambio cultural. Lo organiza el Centro Internacional para Periodistas y el Departamento de Estado de Estados Unidos. Tiene dos años de antigüedad y un nombre muy enredado: A Digital Path for Entrepreneurship and Innovation in Latin America (algo como Un camino digital para el emprendimiento y la innovación en América Latina).
La gracia es llevar periodistas a ambientes distintos. Entonces, un grupo de latinos va a un medio de comunicación gringo, donde pueden aprender cosas útiles para proyectos locales. A cambio, el medio puede enviar a uno de sus periodistas a algún país latino a un intercambio de dos semanas. Todos los gastos son cubiertos por el gobierno estadounidense; desde transportes internacionales, pasando por la estadía en apartamentos, visitas a museos y otros.
Llegar a este día tomó tiempo. Esperé nueve meses para de venir a Estados Unidos y viví mucha ansiedad antes de saber a qué medio iba. En Bogotá, cuando echaba el cuento de la beca la pregunta más frecuente era: ¿a qué medio vas a ir? Y la gran mayoría de las veces no supe qué responder.
Es que, dentro del grupo de latinos que viajaron conmigo, no hay ningún productor de podcast, y en las opciones para elegir una organización que mandaba el Centro para Periodistas no había preguntas que apuntaran a un medio de radio en Internet. Había sitios de periodismo de datos, multimedia, periodismo móvil, pero no de podcast. Es curioso, este formato es cada día más popular y aún así la mayoría de periodistas no parece estar muy interesada.
Faltaba una semana para viajar y en el trabajo preguntaban todos los días si ya sabía el nombre del medio. Incluso mi mamá indagaba con sospecha, como si fuera que a mi se me había olvidado contarle y no que no tenía idea. Mi novio hacía chistes diciendo que me iba a un estado aburrido a trabajar en una radio poco interesante, como North Dakota Today o cualquier otro ejemplo inventado.
Yo viajaba el fin de semana. Y solo hasta el viernes al mediodía supe que me mandaban a Fusion Media Group.
Fusion es un brazo de Univisión y su audiencia son jóvenes en Estados Unidos. Este grupo es dueño de varias marcas, por ejemplo, son los dueños de The Onion (el portal de sátira gringo). Según el New York Times, Fusion inició siendo un proyecto de Univisión y Disney, pero hace unos años Disney vendió su parte. Aparentemente, en Estados Unidos Fusion es conocido por ser un canal de televisión, sin embargo, yo entré a la página web y francamente parece que hacen todo. Lo que une sus producciones es el enfoque joven, como dice su página de Wikipedia: le hablan a English-speaking millennials.
Yo me uno al departamento de audio, lo cual me tiene hinchada de la felicidad. Aún no conozco todos los podcast que producen (reportaré pronto), pero sé que hicieron un show que me encantó, Containers. También me enteré que están haciendo un proyecto con Residente del cual espero aprender, ya veremos.
Por ahora, me siento afortunada. Hoy termino esta entrada de blog desde un apartamento muy bonito en Manhattan, que me dieron los que organizan la beca. Acabo de pasar una semana en Washington conociendo gente brutal que está innovando en el periodismo, personas del Washington Post, de NPR, de la Universidad de Washington y también emprendimientos como Sembra Media. De eso hablaré en las próximas entradas de blog) Y, bueno, tengo la tarde del domingo por delante (eso siempre alegra la vida).
Un abrazo, queridos, espero que podamamos hablar pronto desde este blog.
Laura
PD. La beca A Digital Path for Entrepreneurship and Innovation está recibiendo postulaciones para venir a EEUU en el 2018. ¡Amigos, compañeros de universidad y colegas en periodismo digital: postúlese! Más información acá: https://www.icfj.org/our-work/digital-path-entrepreneurship-and-innovation-latin-america-2018 … en serio, abran el link y preséntense.